Con verdadero dolor eh callado mi agonía, siendo una fiel cómplice de tus quebrantos, y sin dar un solo paso atrás continuas la marcha por el camino de nuestro destino, te necesito fuerte, tan fuerte como lo has sido siempre, ruego a Dios por ti, por ese espíritu divino que tienes, tan tan dulce como la miel, pero fuerte como el acero.
Permanece a mi lado cuando el día termine, permanece a mi lado cuando la luz se apague, y aún así, no me dejes en la oscuridad, necesito una mano fuerte que me sostenga cuando sienta que desfallezco.
Eres mi gran tesoro, lo digo con orgullo, poseo una de las piedras mas preciosas que dios trajo al mundo para iluminar mi vida, eres un diamante perfecto y solo mereces un amor perfecto, como el que yo puedo darte.
Y no importa cuantas cosas pasemos pues
las pasaremos no solos, sino juntos.
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