Con el alma abierta y el pulso más y más.

Tienes en la mirada el tornasol de un arcoiris, sin ti, mi corazón estaría tan desierto como el mundo el día de la creación y mi destino sufriría una metamorfosis irreparable.
Gracias a ti he superado la enfermedad del alma, eres como una droga que puntualiza el hacer de los acontecimientos que me rodean, esfumando mis pesares y mi tristeza.
He sido asechada por tentaciones y peligros, y has sido tú quien miró compasivamente las debilidades y locuras que cometí, ahora también quiero contestarte que la vergüenza y el remordimiento me han hecho sufrir, pero cuando el cielo enciende su hoguera haciendo brillar las estrellas recuerdo que la vida es compasiva y no me separará de ti.
Creí que no podía enamorarme más, sin embargo caí en la equivocación, he arrojado el cadáver de la hipocresía, estoy libre de ataduras, ahora puedo amarte sin límites, puedo romper todos los esquemas porque somos del mismo trigo, y a tu lado puedo sentir como destila el ro de la ternura.
Desde este momento puedo forjar mi futuro  junto a ti, acepto la verdad que me hizo libre, haciéndome adicta a tu presencia, solo quiero convencerte de que eres el regalo de la vida, quiero convertirme en fiel devota de tu cuerpo, como nieve que abraza tu imagen apagando mi sed con tu boca, sellando tus labios con los míos, y al separarnos decirte "Amor te quiero" una y otra vez, quiero compartir la pasión contigo, hasta el extremo de acabar con los parámetros, porque hombre igual que tu no existirá jamás en mi vida.
Si antes perseguía tu rostro adorado, ahora también buscaré tu beso más ardiente y tus caricias mas celestiales.